¿Es posible deducir un gasto sin factura? Entre las primeras cosas que se aprenden sobre contabilidad y fiscalidad al hacerse autónomo o abrir un negocio es que no todos los gastos se pueden desgravar y que siempre necesitas un justificante para poder hacerlo.
Ese justificante es normalmente una factura. Sin embargo, es posible desgravar algunos gastos sin factura. De hecho, los requisitos de Hacienda para deducir un gasto no hablan específicamente de la factura, simplemente exigen que el dispendio “esté justificado documentalmente”.
Además, por supuesto, de que el gasto esté relacionado directamente con la actividad y registrado en los libros contables de la empresa o del autónomo.
Qué gastos puedes deducir sin factura
Así que en otras palabras y de forma muy resumida. Sí que se pueden deducir gastos sin factura si:
- Tenemos el ticket, aunque aquí posiblemente tocará batallar con Hacienda para que lo acepten e incluso llegar a los tribunales.
- La empresa o entidad que provee el servicio no está obligada a emitir factura.
Los 7 gastos que se pueden desgravar sin factura que verás a continuación forman parte del segundo apartado. Son los siguientes:
Gastos de los empleados
La Seguridad Social no emite facturas, pero aún así podrás desgravar el salario y seguridad social de los empleados.
En este caso el documento que justifica el gasto es la nómina del trabajador firmada por él o los extractos bancarios.
La cuota de autónomos
Como ocurre con el salario y gastos sociales de los empleados, aquí no media factura. Bastará con presentar el cargo bancario o, en su defecto, el boletín sellado por el banco.
Gastos del banco
Comisiones, cuotas de las tarjetas de crédito y, en general, cualquier gasto bancario se podrá deducir sin necesidad de factura, sólo con el extracto bancario.
Primas de seguros
Las primas de los seguros se justifican aportando el extracto bancario y la propia póliza para demostrar que el seguro en cuestión está relacionado con la actividad profesional o el negocio.
Determinados impuestos
Hay muchos impuestos que son deducibles. La clave normalmente es que estén relacionados con la actividad. Estos son algunos ejemplos de impuestos que puedes desgravar:
- Impuesto de Actividades Económicas o IAE.
- Impuesto sobre Bienes Inmuebles o IBI de la oficina en la que trabajas o del local comercial.
- Tasa de basuras municipal del mismo local.
- Recargos estatales varios que no estén relacionados con el pago de impuestos porque las sanciones de Hacienda no se pueden desgravar.
Gastos online y en países extranjeros
No siempre es necesario disponer de una factura para justificar los gastos en países extranjeros o los realizados de forma online en otros países. En estos casos bastará con un documento que refleje los detalles de la compra y que acredite la operación.
Contratos privados, traspasos y escrituras públicas
También son deducibles determinados gastos de una escritura pública o un contrato mercantil, siempre que esté relacionado con tu actividad o negocio.
La fórmula de justificar este gasto deducible que no tiene factura es a través del documento que se haya firmado.
Como puedes ver, la clave para identificar los gastos deducibles es su relación con la actividad económica. Si forma parte inequívoca del negocio, normalmente podrás desgravarla, tengas o no factura. Y es que, al final, la factura es sólo un documento para justificar el gasto, pero no es el único viable.
En cualquier caso, recuerda que también deberás anotar estos gastos en tu contabilidad y tus libros de registro. Disponer de un buen programa de contabilidad simplificará esta tarea y, por supuesto, la de hacer tus facturas y registrarlas.